Con gratitud y felicidad la Iglesia Central Saltillo celebró la centuria de su fundación, contando con la presencia de representantes de la administración de la Unión Mexicana del Norte, la Misión Regiomontana y un grupo limitado de asistentes presenciales, dispuestos a ofrecer su reconocimiento a Dios por las innumerables obras realizadas durante los 100 años de la iglesia en Saltillo.
A la ceremonia asistieron el pastor Luis Arturo King, presidente de la Unión Mexicana del Norte y representado a la Misión Regiomontana estuvieron presentes el pastor César Turrubiates y el C.P. César Valenzuela, presidente y tesorero respectivamente. Al culto de aniversario asistió la feligresía y los miembros pioneros de la iglesia.
La iglesia centagenaria se ha enfrentado a la pandemia con buen ánimo, los poco más de cien miembros a pesar de la distancia se mantienen cercanos y participativos, en parte por la transmisión de los programas a través de las redes sociales y desde que el semáforo epidemiológico del Gobierno Federal lo permitió, la Iglesia Central abrió sus puertas para un grupo limitado de feligreses.
“Qué mejor manera de vivir hacia el futuro que ser transformados por el Señor (…), ¿querrán ser ustedes instrumentos del Señor, como también utilizó a otros en el pasado? Hemos sido testigos de muchas historias pero hay historias que todavía se tienen que escribir”, exhortó el pastor Luis Arturo King, quien tuvo la oportunidad de ser el orador del programa especial de conferencias realizadas en la iglesia, del 20 al 25 de julio y que concluyó el día 26 con broche de oro con la celebración.
En el transcurso del tema, el pastor King llevó a la reflexión a los asistentes presenciales y virtuales sobre la manera que Dios obra, mediante el ejemplo del trabajo de un escultor y sus esfuerzos para eliminar lo innecesario en su materia prima y lograr su obra. “Dios ha trabajado en muchas vidas durante cien años, pero la obra de Dios no termina después de cien años, la obra del Señor continúa, no sabemos por cuánto tiempo”, mencionó.
Los asistentes participaron de la “Cápsula del tiempo”, una urna que guarda recuerdos y se espera será abierta dentro de 25 años, aunque mencionaron los asistentes que desean sea abierta antes cuando Cristo vuelva. El programa fue engalanado por dos videos de testimonios por Rosario Córdova y Nena Arroyo, ambas miembros fundadores de la iglesia, la segunda es hija del pastor Rafael Arroyo, primer pastor de la iglesia.
“Para la Misión Regiomontana, el hecho que una iglesia cumpla 100 años es muy representativo, consciente de los desafíos de ha enfrentado en distintos momentos podemos ver la mano de Dios que a pesar de esas situaciones, la iglesia en Saltillo hoy se mantiene como una iglesia misionera, una iglesia que está unificada por medio del cumplimiento de la misión”, expresó el presidente de la Misión Regiomontana, pastor César Turrubiates, quien también motivó a los miembros a continuar física y espiritualmente ligados a la iglesia.
Jovita y Ramón Sandoval Quintero, en el marco de la celebración decidieron entregar públicamente su vida a Cristo a través del bautismo y al concluir, el pastor Arnulfo Gallegos motivó a la congregación a renovar su pacto con Dios.
La iglesia que es la única con esa cantidad de años en el territorio de la Misión Regiomontana, ha sufrido dos remodelaciones a lo largo de este tiempo, la primera en 1978 que consistió en derribar la edificación para construir el templo y que fuera completamente nuevo, la segunda en 2019 con cambios en la fachada e interior de la iglesia, actualmente construyen un salón de usos múltiples.
“Es verdad que estamos festejando los 100 años que llegó el evangelio a Saltillo, todavía tenemos mucho trabajo por hacer, porque hay miles de personas que tienen que tener la seguridad de tener un Cristo, crucificado, pero un Cristo también resucitado y que intercede por ellos y los está invitando para formar parte del reino del Señor”, recalcó el pastor Turrubiates, durante el programa vespertino.
La antes llamada Iglesia Hidalgo fue fundada en 1921, pero obtuvo su registro como asociación religiosa por parte del Gobierno Federal hasta 1944, siendo el pastor Rafael Arroyo. Después de su fundación en la década de los 20’s, el templo fue inaugurado en su actual ubicación en el año 1937, actualmente forma parte de las cinco iglesias que hay en la ciudad de Saltillo.
El origen de la Iglesia Central fue debido a la llegada de colportores adventistas provenientes de Estados Unidos de América que se asentaron en la ciudad y comenzaron el evangelio. El templo ha sido remodelado en dos ocasiones, la primera en 1978, la segunda se realizó el año pasado.
En Torreón se estableció la primera misión adventista en Coahuila, entre 1904 y 1907, desde ahí se administraba a todas las iglesias establecidas en el norte de México, al crecer hubo divisiones estratégicas al punto que la iglesia adventista en Saltillo pasó de ser solamente una congregación de feligreses a ser la Misión del Golfo, siendo el primer presidente el pastor Emiliano Ponce.
Años después, debido al crecimiento de la obra adventista en el norte de México, la iglesia dejaría de tener a su cargo las iglesias que abarcaban la Misión del Golfo y volvería a ser una congregación.
El 26 de junio del 2021, fecha que se celebró el centenario, también se develó una placa conmemorativa como recordatorio de la obra de Dios en la Iglesia Central de Saltillo.